VIRUS
Para curar
el virus
del COVID-19
no basta
con decretar
medidas y tiempos
de confinamiento
promover
programas de investigación
para encontrar
la vacuna,
ni con el heroísmo
del personal sanitario
que cada tarde aplaudimos
en los balcones,
ni con cuantas políticas
y acciones
podamos emprender
para combatirlo:
para curar
el virus
del COVID-19
hay que curar
también
los virus
que nos infectan
el alma.
Las actitudes-virus
las ideas-virus
las creencias-virus
los virus-modo de vida
las pasiones virales
y otras especies,
como por ejemplo
el virus
del consumo
del crecimiento ilimitado
y del nunca basta,
el del tener frente al ser,
los de la prisa
el ansia
la angustia,
y muy especialmente
los que nos llevan
a interpretar
obras de teatro
escritas
por otros
que ni siquiera
son obras
ni de teatro,
sino meros repetitivos anuncios
de publicidad
eslóganes o sentencias
de Twitter
o de Instagram
persiguiendo
que nos den
LIKE
o dando
LIKE
sin darnos cuenta,
o ni siquiera escritos
por otro,
sino por un algoritmo,
o el que nos hace ver
el planeta
como el Lejano Oeste
siempre por conquistar
sin importar
el destrozo que dejemos
a nuestro paso
como si estuviéramos
en una película
de indios y vaqueros
y nos impide
darnos cuenta
de que somos todos
astronautas
en la nave espacial Tierra
destino futuro,
o el de las externalidades
que hacen de las personas
consumidores
en la Teoría Económica,
o sobre todo los que nos obsesionan
con ser
virales
(No sabemos del todo
por qué
ni para qué,
ni importa a veces
demasiado
en qué,
pero virales:
antes virales
que cualquier cosa,
vivos o muertos
pero virales,
virales
en la vida
y en la muerte,
antes que vivos
virales)
Ante el virus
del COVID-19
somos
todos
la misma mujer
el mismo hombre
la misma persona:
o nos curamos
todos,
o estamos
todos
enfermos;
o nos curamos
todos
o no nos curamos
ninguno.
Del virus
del COVID-19
y de los virus
que nos infectan
el alma
nos curamos
desde nuestra humanidad
compartida,
nos curamos
en nuestra humanidad
compartida,
nos curamos
con nuestra humanidad
compartida,
nos curamos
con solidaridad
entre todos
los seres
humanos
en el
espacio
y en el
tiempo,
con las generaciones
que nos
preceden
y con las que nos
siguen.
Cada vida
es nuestra
vida.
Estamos todos
en el mismo
barco.
No vamos
a dejar a nadie
atrás.
Del virus
del COVID-19
y de los virus
que nos infectan
el alma
nos vamos
a curar
todos
a todos
nos vamos a curar
cada uno
a cada uno.
Manuel Montobbio
Estrasburgo,
Lunes de Pascua
de dos mil veinte
