¿Cuántas mañanas, cuántas primaveras hemos vivido?. ¿Cuántos paseos hemos hecho?. ¿Cuántas, cuántos se nos han quedado en el alma, y en el siempre viven en ella?. ¿Qué Sol los ilumina?. ¿Cuántos verdes tiene el verde?.
Siempre estos años en Estrasburgo, y especialmente en este tiempo confinado en que no podemos desplazarnos más allá de diez kilómetros del domicilio, la libertad de las mañanas del sábado o el domingo ha tenido como escenario nuestros paseos por el bosque de la Robertsau, a las afueras de la ciudad. Quienes hemos vivido alguna etapa de nuestra vida en la eterna primavera de Guatemala, o en el eterno verano del trópico, con su única distinción entre época de lluvias y época seca (o, más bien, de menos lluvias), apreciamos especialmente, al volver a vivir en Europa, vivir de nuevo las estaciones, sentir los ocres y marrones del otoño, los blancos del invierno, los verdes de la primavera, los amarillos del verano, el ciclo de la vida a través del que nuestra vida va cambiando de estación, y nuestros cabellos de color.
Cantaba Raimon en nuestra juventud “tots els colors del verd” de un mes de Mayo. Verde: color de la primavera, que se nos tiñe, nos tiñe de él en todos sus matices, todos sus tonos. Color hecho de Sol, agua y tierra, que a veces se nos hace presente de una manera especial; a veces todo lo inunda, nos inunda, y hace que una mañana, un paseo, se nos quede en el alma,
En el alma, y en la retina de la cámara de fotografiar del móvil, que nos permite eternizar los instantes, a veces para mejor retenerlos, otras para perdernos en fotografiarlos en lugar de vivirlos.
Se nos queda en el alma, sí, y se nos puebla ésta de paisajes, de momentos por los que en ella siempre paseamos, de verdes que la pintan de verde. Y a veces quiere salir, no se conforma con su huella en la memoria o el olvido del ordenador o el móvil. A veces nos dicta un poema. Como éste que ahora os comparto, lanzándolo como carta en la botella al mar de esta web, en la que meto también algunas de las fotografías de ese paseo, esa mañana del domingo pasado, veinticinco de Abril, por el bosque de la Robertsau, junto a Dulce, mi compañera en el gran paseo por la vida, en nuestros paseos por el bosque de la Robertsau y tantos otros que nos pueblan el alma; y también, en esta ocasión, de nuestras hijas, que se animaron excepcionalmente a acompañarnos en ese perderse y encontrarse entre senderos, árboles, fluir de agua y filtro de Sol, persuadidas por el entusiasmo con que les habíamos hablado de otra inmersión reciente otra mañana de esta primavera en el bosque de la Robertsau. No les decepcionamos. Nos conecta, nos unen los paseos a la vida, a la esencia; y nos unen a quienes con nosotros pasean. Paseamos en definitiva los seres humanos por la vida y por la Tierra. Estamos por la vida de paso: para vivirla del todo estemos también de paseo.
A Dulce dedico este VERDE poema, por el que os invito a pasearos con el deseo de que en vosotros encienda los verdes, reavive los paseos que os habitan el alma.
Manuel Montobbio
Estrasburgo,
1 de Mayo de 2021
VERDE
A Dulce,
a nuestro paseo
por la vida
que se cumple
hoy
y siempre,
a nuestros paseos
que tiñen de verde
los paisajes
del alma
VERDES
árboles
VERDE
agua
VERDE
cielo
VERDE
tierra
VERDE
aire
VERDE
luz
VERDES
ojos
VERDE
alma
VERDE
VERDE:
PRIMAVERA.
PRIMAVERA:
ESTA MAÑANA
de Abril
en el bosque
de la Robertsau
luce
EL SOL
en el cielo
luce
EL SOL
en el viento
luce
EL SOL
en el aire
luce
EL SOL
en el agua
luce
EL SOL
en el silencio
luce
EL SOL
en el canto
de los pájaros
luce
EL SOL
en el VERDE
que TODO
lo INUNDA
luce
EL SOL
en tus ojos
luce
EL SOL
en mis ojos
luce
EL SOL
en la sonrisa
que pasa
luce
EL SOL
en el alma
que
TODO
lo habita
que
TODO
lo llena
que
TODO
lo dice:
canta
LA VIDA.
Paseamos
ESTA MAÑANA
por el bosque
de la Robertsau.
Nos teñimos
de VERDE.
Florecemos
el SOL.
Nos quedamos
para siempre
en el VERDE
que TODO
lo INUNDA,
hasta este poema
que escribo
con tinta
VERDE.
Se nos pinta
de VERDES
el paisaje
del ALMA.
Pasea
por NOSOTROS
ESTA MAÑANA
en el bosque
de la Robertsau.
Pasea
por este POEMA
ESTA MAÑANA
en el bosque
de la Robertsau.
Manuel Montobbio
Mañana
que pasea
por el bosque
de la Robertsau
del domingo
veinticinco de Abril
de dos mil veintiuno.